El mejor Lugar del Mundo (Fred)

Para Fred no había cosa más aburrida que la hora previa a la cena. La mayoría de los estudiants hacían deberes, otros iban a tomarse un baño, y él simlpemente no se dedicaba a ninguna de las dos opciones a esa hora. Decidió dar una pequeña vuelta por el castillo acompañado de su varita pensando en alguien al que le encantaría ser su víctima. Cualquier Slytherin que se le cruzara por delante era digno de ello.
Terminó rondando por el viaducto y observó con curiosidad a la jovencita Malfoy.
-Vaya, ¿es tuya? -preguntó fingiendo interés y levantó la falsa varita del suelo que había dejado caer allí.

Soltó la varita falsa antes de que la broma actuara con él. Sacó la propia de su bolsillo mientras reía escandalosamente. Le resultó divertido que la niña se atreviera a retarlo a duelo tratándose de él. Él mismo: Fred Weasley.
Con su varita murmuró "Aguamenti" y el chorro de agua empapó el rostro de Astrid. Le sonrió a toda gloria y dijo: -Lavado de rostro, cortesía de Fred Weasley. Descuida no me debes nada -comentó y sacudió la mano como dándole poca importancia al asunto.
Eso sí que la enfurecería. Y eso sí que lo haría divertirse.

Fred le dirgió una mirada entre confundido y divertido. ¿Acaso la niña acabab de pegarle una bofetada? Pero no había nada que ella hiciera que pudiera acabar con su humor, mientra sno se metiera con su familia.
-¿Qué es lo que sigue? ¿Un "Estúpido, ¿cómo puedes haberme dejado por otra?" -teatralizó- Sí, lo sé, soy el sueño de todas -acompañó con gracia y una sonrisa.
Al parecer, no estaba siendo un atardecer tan malo después de todo.

La observó alzando una ceja. Aquello era ridículo. ¿Una niñita hablándole así? ¿Una slytherin? ¿Una Malfoy? ¿Quién se creía que era? Ya no estaban en la época de sus padres. Todo había cambiado para bien.
-¿Me recuerdas con quién estoy hablando? ¿No eres... Astrid Malfoy? -entrecerró los ojos- ¿Doce años? Seguro que tu padre, tu querido padre -enfatizó- estará encantado de saber lo que andas diciendo opr ahí o más bien, haciendo -sugirió conteniendo la risa pero con el brillo de la sonrisa latente en su mirada.
Sí: ridículo a sus ojos.

-Ajáa.. Soy Astrid Malfoy, y sii, muy listo, tengo doce años, ¿Algun problema?-Rodé los ojos.Si el era mayor que yo, pero no solo por eso debia de tratarme como si fuese una cria y no supiese nada.Odiaba que hicieran aquello.Fruncí levemente el ceño al escuchar eso de "querido padre".

-¿Haciendo? Hay chico.. como si te estuviese violando o algo,-Dije en plan de broma pero siempre con hostilidad en cada detalle.-Solo estaba siendo sarcastica, por si no te habias dado cuenta..-Suspiré y aparté la mirada hacia el paisaje, en eso que me acordé de una cosa que debia de hacer.. y volví mi mirada hacia él.-Y de paso, ¿por que no? ¡Quiero casarme contigo!-Si, llegaba a ser algo humillante, pero intenté poner un tono de sarcasmo, ahora ya tenia el reto ese hecho.

(Off: Reto hechooo )

Al principio su actitud le valió una sonrisa. Ya estaba pensando en qué decir, cuando le sorprendió con algo que desencajó todas sus ideas. Se alejó unos metros de ella como si estuviera tratando con una loca. Pero luego, comenzó a reírse, acompañando la frase sin sentido que Astrid había dicho.
Cuando pudo contener la risa se acercó cuanto más pudo a ella y susurró: -No necesitas casarte para una noche divertida -enarcó las cejas, si ella hablaba de violaciones, él no iba a callarse. Luego la sopló.
-Me das asco pequeña Malfoy. Qué inocente eres, cumpliendo un reto... -la rodeó y permaneció mirando el atardecer.

-No las pedí -se limitó a contestar y suspiró- Si eres tan cobarde como para no negarte al reto... -comenzó a jugar con su varita haciendo que salieran chispas e hilos de colores que se esvanecían al instante- Ah, ¿y para que me buscabas? Si la lecuhza me mordió el dedo debió servir para algo -buscó su mirada rápidamente, no importaba cuanto tiempo hubieran conversado ya, él sól0oo improvisaba,
Estaba diciendo lo primero que le venía a la mente. Ya podía imaginar a Astrid peleándose con esa persona que le había escrito una carta a Fred diciendo que se trataba de ella. Puras mentiras. Pero no hay nada mejor que la gloria de ver como te conviertes tan importante. Porque eso es odiar: prestarle atencion a la otra persona. Esquivarla en los pasillos, buscarla para confrontarla...

-¿Estás segura? La carta tenía tu firma. ¿Negarás que te llamas Astrid Malfoy ahora? Me decepcionas. Te creí inteligente y valiente, pero ahora veo en tu cara como te arrepientes. Este no es otro de tus retos tontos, esto es la vida real -contestó relamiéndose de gusto de lo bien que estaba saliendo todo.
Era divertido fingir, era divertido actuar. Era divertido hacerle bromas a todo el mundo. Quizá podría ser molesto, pero no podían negar que terminaba siendo como una buena tanda de cosquillas.

-¿Qué decía? -chasqueó la lengua- ¿No lo recuerdas? ¿Te emborrachaste con whisky de fuego o algo parecido? Tú deberías saber lo que escribiste, no yo que apenas la leí una vez... Pero bien, nada más me decías que nos encontrarámos aquí. Tenías que decirme algo importante... -se frotó la barbilla- Sí, eso, algo importante. Así que aquí estoy Malfoy... ya suéltalo -se cruzó de brazos y la presionó con la mirada.

-No -dijo tan rápido como se dibujó aquella mueca en el rostro de Astrid.
Luego, se acercó lo más que le permitió la conciencia y despacio, lentamente, murmuró con voz baja: -¿Ah, sí? ¿Estás segura de eso? -se alejó de ella- Tú no sabes nada porque eres una pequeña niña de doce años. A esa edad nadie sabe cual es su tipo. ¿O has estado probando para averiguarlo? Admítelo, no pretendas ser mayor. Ambos sabemos cuánto lo deseas... pero sigue soñando, Malfoy. Para que alguien te considere mayor, deberías, por ejemplo, emborracharte con whisky de fuego alguna vez.
Dio un leve asentimiento con la cabeza. Y chequeó su reloj para ver la hora, en un despectivo gesto que era claramente, una manera de decir que ella le estaba haciendo perder el tiempo.

Fred enarcó las cejas y lució una brillante sonrisa. Aquello le estaba divirtiendo mucho. La niña vomitaría con un sólo trago de whisky de fuego, ni siquiera había probado una cerveza de manteca... La niña ni siquiera tenía un permiso para ir a Hogsmeade... Ni siquiera sabía lo que eran Las Tres Escobas o Cabeza de Puerco. Claro que no le creía. Para nada.
-¿No le temes a la resaca? ¿Al vómito y al dolor de cabeza? ¿Cuánto has bebido? ¿Un trago? -negó con la cabeza dirgiendo la vista al suelo pero la levantó rápidamente- Bueno, demuéstramelo. ¿Cuándo? ¿Dónde? Voy a estar presente asegurándome de que realmente tomes whisky de fuego, no me bastará con que lo digas. No confío en las serpientes.

-Ecelente, Malfoy. Es un trato -estiró el brazo para darle la mano pero fue un amago- Ni se te ocurra tocarme -murmuró entre dientes luego.
Victoria, el dulce sabor de la victoria. No podía creer que estaba a punto de ver derrotada a una Malfoy. Qué divertido sería verla caer. Verla tener que rebajarse a pedirle su ayuda. Y él negársela con toda la gloria de recordarle que ella dijo saber de qué estaba hablando...

Fdr: Iré a crear el tema, ¿está bien? Cualquier cosa contesta por MP si ya quieres cerrar este ;D

-Por supuesto.-Afirmé extendiendo la mano hacia la suya, algo vacilante, para estrecharsela, como para cerrar el trato, pero al ver que Fred la apartaba y me decia que ni se me ocurriese tocarle bufé.

-Nunca te tocaria, me das asco, Weasley.-Repliqué a continuacion.Tenia que ser fuerte y hacer esta "pequeña prueba" si se le puede llamar asi, no permitiria que Weasley me viera hacer el ridiculo para que luego lo vaya contando por ahi.Seria fatal..

Off: Okii