Leif L. Woodard

Nombre:
Leif Lorette

Apellido:
Woodard

Edad:
15 años

Personalidad:
Leif se considera una persona normal...normalmente extraña. Si bien no es una persona malvada ni fría/seria, es verdad que es un tanto precavida con quienes no conoce, pero en cuanto estas personas pasan la "prueba patentada de confiaza marca Acme Leif", ella puede ser muy simpática, y quizás hasta llegue a agradarte. ¿Otro defecto de Leif? La lealtad. Tiende a ser muy leal para con las personas que considera de confianza, y normalmente esto hace más sencillo aprovecharse de ella. Otro problema más notorio sería el hecho de que muchas personas no se atreven a cruzar palabras con ella; no porque sea antipática ni nada, sino por su condición de licántropa, que no se molesta en esconder. Si la aceptan bien, y si no es así, ya le falta poco para acabar Hogwarts.

Descripción Física:


Historia:
Leif Lorette Woodard Greemoohn nació de una bruja sangre sucia y un mago sangre pura. Su madre era una bruja muy talentosa y esto fue lo que más sedujo al padre de Leif, sin importarle que la bruja tenía apenas 17 años y acababa de salir de Hogwarts. El mago la creyó una bruja de sangre pura y solo por eso entabló una relación con ella. ¿Cómo podía no ser sangre pura una bruja como ella? Finalmente lo descubrió, pero poco después de tener una boda con la joven bruja y dejarla embarazada. El señor Woodard decidió esperar a que la mujer diera a luz a la niña para luego matarla en venganza (dejó vivir a la niña por motivos desconocidos, quizás alvergaba esperanzas de que la niña fuera una gran hechicera) y así lo hizo, poco después del nacimiento de Leif, de modo que la niña tuvo que crecer con la sola precencia de su padre. Años después, (cinco, para ser exactos) su padre sufrió una especie de colapso nervioso y a Lief le dijeron que había muerto, aunque la verdad (de la que se enteraría diez años después) era que el hombre se había vuelto loco del todo y había acabado atado en una cama en San Mungo. La niña fue a parar a una familia amiga de su madre, que la crió y la protegió...relativamente bien. Por desgracia en la primera excursión de la familia, Leif resultó ser mordida por un licántropo y hasta hoy en día sigue en esta condición, transformándose cada luna llena.